DECLARACIÓN DEL ARTISTA DEL ARTISTA

Soy una sansei chilena japonesa. Al crecer en el extremo sur de la diáspora japonesa en un país donde las personas de ascendencia japonesa eran raras, la Segunda Guerra Mundial afectó a mi familia de diferentes maneras. Mi padre, que creció en Perú, hijo de un científico contratado por el gobierno peruano para iniciar la industria de la acuicultura, se salvó de la deportación, pero tenía que presentarse diariamente ante la policía local. La experiencia de mi madre en Chile fue diferente a la de mi padre ya que el país chileno fue la última nación que se unió a los aliados en 1945 y no impuso ninguna restricción a su pequeña población japonesa. Sin embargo, mis padres perdieron a todos sus parientes japoneses durante el bombardeo de Hiroshima, su ciudad ancestral, y crecieron con una sensación de soledad cultural y una feroz individualidad. Sin una comunidad de personas que compartan un ancestro común, aprendí sobre gaman, la tranquila resiliencia del espíritu, de las historias que escuché de mis padres y mi abuelo. Salí de Chile en 1974 para estudiar en la Universidad de Hawái donde por primera vez en mi vida formé parte de una gran población asiática. El arte y la antropología me ayudaron a comprender las experiencias de desplazamiento y fragmentación de mi familia y porque nunca se sintieron completamente parte de la sociedad en la que se vieron obligados a vivir. Mi trabajo en esta exposición se deriva de las historias que he recopilado de mi familia y descendientes de peruanos japoneses que fueron llevados a campos de internamiento en los Estados Unidos y luego obligados a quedarse en los Estados Unidos o regresar, no a sus países sudamericanos de nacimiento, pero a Japón.

BIOGRAFÍA

Lydia Nakashima Degarrod es artista visual y antropóloga cultural y crea instalaciones que desdibujan la línea entre el arte y la etnografía para transmitir experiencias extraordinarias y abordar cuestiones de justicia social. Recientemente montó Atlas de Sueños en la Universidad Alberto Hurtado en Santiago de Chile y Alucinaciones, una instalación colaborativa en el Centro de Arte Francisco Prat Puig en Santiago de Cuba. Ha recibido premios y becas del Museo de Arte Wing Luke Memorial, el Ministerio de Cultura de Chile, el Fondo Nacional de las Humanidades, Fulbright Hays y el Consejo de las Humanidades de California. Vive en Oakland y enseña en California College of the Arts.

OBRAS

Reparando el Pasado
2019
Transferencias de imágenes fotográficas sobre papel artesanal de morera y
yerba buena, costura boro
73x48x10
Cortesía del artista

Las imágenes de “Reparando el Pasado” retratan ampliamente la historia de los japoneses latinoamericanos, desde su llegada a principios del siglo XX como granjeros, hasta su reubicación forzada en campos de internamiento estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, y su presencia continua en el medio cultural tejido de América Latina. La instalación está compuesta por papeles hechos a mano que combinan corteza de morera, un elemento tradicional de los papeles japoneses, y yerba buena, una hierba latinoamericana conocida por sus cualidades curativas y calmantes. Cada pieza está cosida con la técnica japonesa de boro utilizada para reparar telas rotas.